domingo, 30 de marzo de 2008

jodida


a diestra y siniestra peleaba como nunca. que se le iba la redondez, que se le ponía tirante la voz. que entraba y salía, que no la dejaba ser: esa otra, la suelta, que le daba porque volviera a metérsela dentro. y la perla decía que no, que quería seguir rodando por ahí. y la perla decía que no, que ya pasará. pero la suelta hinchaba y jodía tanto, pero esta vez más lenta, con menos decisión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
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Pablo Fernández dijo...

la suelta es más perla de lo que te imaginas. y esa perla a veces me parece que se hace la tontona no más.
un beso paula.
nos vemos.