y sí, la perla cayó redonda en las aristas de la joya, redonda y pensando, no sé qué me pasa, pero algo ando trayendo en la carne, en el cutis antes ajado de tanto chillar. y eran palabras las que se caían solas entre las crines de las yeguas que ya no parían, que pastaban y meaban miel. entre la miel y el brillo de la joya, la perla se miró colapsada por lo sereno que tenía el rostro, por la desaparición de la torpe necedad. y así siguió posando y observándose entre la miel y la joya, posando; porque no sabía hacer otra cosa, porque era lo que más le gustaba hacer.
jueves, 31 de enero de 2008
martes, 29 de enero de 2008
sin
ubicándose en la complejidad de los tejidos, la comezón de los líos de la noche. acomodándose al lado de la forma que ese tenía y que le daba ahora por lucir. los días no habían pasado en vano. la suelta ya estaba sana. entonces era pura risa de desprecio y enorme. triunfal miraba voluntariosa, con lentitud; mientras la perla pretendía salir ganando de todas. y entre ambas se torcían suspiros y carreras de desgano. entonces se hizo léxico: ya no, le dijo la perla al rey, porque simplemente ya no le hacía gracia.
miércoles, 23 de enero de 2008
entona
así es como se repiten los diálogos, las tormentas, los espacios agarrados, los extremos de la nulidad. así es como la joya la perla la suelta son una en la madeja que recogida se sabe entera y dispersa como las crines de una de las yeguas que volvieron a parir. eso es: las yeguas, sus lenguas, el sudor, los pelos por la casa. eso es: las yeguas chillando en secreto, el atraque violento de los murmullos que se mezclan con el calor de la basura que aún queda. eso es: la suelta frente al espejo recitando jodiendo pensando por favor de nuevo no por favor.
lunes, 21 de enero de 2008
estelas
aún quedan hábitos de antes. aún quedan malformaciones, espacios sin rumbo en la quejumbre de la histeria. aún quedan dando vueltas torsos tétricos, indeseables, característicos de los días en que en la cama naranja se iba y se iba sin saber hacia dónde. aún quedan espacios en su corazón. aún quedan espacios temidos, costrosos, coléricos. aún le quedan risotadas a la perla, aún le pasan por encima esos restregones lejanos, esos llantos por el ojo denso, sin lágrimas. aunque ella diga, aunque ella no lo diga, aunque camine en pelotas por la casa, mirándose en el espejo disléxico, en las maneras que la han hecho sobreponerse, rígida, regia. sin embargo, aún se retuerce en el fondo de una madeja de lana negra, en la que la perla se atrapa y no sabe, no sabe cómo poder salir. sin embargo todos la miran y dicen, cómo brilla, cómo encandila esta otra.
domingo, 20 de enero de 2008
taste
y la suelta sentía que por todas partes quedaba de su sabor. y se chupaba pensando en lo conocido, en cómo saborearse sólo con uno, con la memoria interferida de pensarlo a él haciendo lo mismo, lo mismo que ella hacía por la cama naranja, por la casa pelada sin él; por el lomo de una de las yeguas, por la membrana torcida, por el núcleo.
viernes, 18 de enero de 2008
en llamas
jueves, 17 de enero de 2008
dámelo
y así se veían los momentos, como por un caleidoscopio. simetría, tonalidades, geometrismo brillante; figuras en distintos acoples, tensionadas o dispersas. la joya hecha múltiples fragmentos, a veces completa, a veces jerárquicamente desarmada, articulándose, contenida. la joya la suelta la perla en movimientos, en matices, en diversas poses. todas amadas, todas cálidas, todas tejidas: armando el collar.
miércoles, 16 de enero de 2008
verbo
entonces la suelta le ofrecía la boca, como si fuera un territorio nuevo, como si nunca antes, como si ninguno. y así mismo él entraba y salía como quería, por donde se le ocurría podía pasar.
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