domingo, 20 de enero de 2008

taste


y la suelta sentía que por todas partes quedaba de su sabor. y se chupaba pensando en lo conocido, en cómo saborearse sólo con uno, con la memoria interferida de pensarlo a él haciendo lo mismo, lo mismo que ella hacía por la cama naranja, por la casa pelada sin él; por el lomo de una de las yeguas, por la membrana torcida, por el núcleo.

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