jueves, 3 de mayo de 2007

compostura


frente a mí, la creación. asomada a la baranda y con la espalda hacia el lector, comienzo otra vez. como si fuera tan simple, como si no importara mirar hacia lo que más aterroriza, hacia la traición, la honestidad y la fuerza de mi rabia. entonces llega el momento concreto: se vuelve pasto, se vuelve roca, se revuelve con cemento y se crea otra vez.

3 comentarios:

carlos subiabre sierralta dijo...

te compraste auto??

Revista Burdel Abierto dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
i dijo...

es posible que cuando creemos tener todo, y nos involucramos en una vida que nos parece arrastrar a un destino mágico, siempre hay un alguien que no nos permite avanzar, que nos demora, que retrasa nuestro andar, pero aún seguimos adelante, aunque llevemos ese peso odioso a cuestas, peso que nos hace cada día más fuertes, para soportar el maravilloso destino que nos espera, incluso, cuando el peso es insoportable y nos hundimos en un sopor, un profundo sopor, nos liberamos en sueños, y amamos y nos aman, y amamos y vivimos y besamos y amamos y acariciamos y....luego despertamos, con fuerzas, sabiendo que pronto dejaremos caer el peso, para ir a encontrarnos con el destino, con la magia, con la maravilla, con el hombre de brazos fuertes y ojos oscuros que saciará el deseo, que calmará la sed, que nos llevará al paraiso, que me llevará al paraiso y por fin mis pensamientos quedarán en paz, quedaré en paz, amaré, y amo, aún sin saber a quien, a ese hombre misterioso que cada noche vive en mis sueños, pero que pronto vivirá en la realidad, junto a mi...juntos.