martes, 1 de mayo de 2007

a esa o this is hardcore


se acaba la fiesta y no importa cuán brilloso era el vestido ni el maquillaje, tampoco cuántos quisieron joder o intentar agarrar, siempre queda el mismo rostro, el mismo desgano y la idea del vacío a un alto voltaje. es por eso que hay un espejo en la improvisada pista de baile, para que me recuerde la cara de la desidia, lo voluptuosa que puede ser la maldad o mejor aún, lo bella que se ve una mujer cuando ha pasado la noche en la tirantez de los que no conoce, en el hastío de las veces en que se pierde y no hay hacia dónde, no hay.

1 comentario:

Revista Burdel Abierto dijo...
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