y es así, los años pasan, la gente no cambia. los idiotas siguen siendo idiotas, el loco del arcano seguirá siendo el mismo pobre loco, y así y así. por todas las veces que en las fauces de muchos he sucumbido, por todas las veces que me han traído comiendo de la mano, y también por esta vez. la casa está teñida de ira, la lavaré. también haré cosas por las cartas que me han devuelto, como por ejemplo traspasarlas y hacer de ellas pura literatura, después de todo no fueron más que eso. y las pocas lágrimas de cocodrilo ya se esfumaron, ya no están, así es, los años pasan, la gente no cambia; yo menos que nadie.miércoles, 18 de abril de 2007
lágrimas de cocodrilo
y es así, los años pasan, la gente no cambia. los idiotas siguen siendo idiotas, el loco del arcano seguirá siendo el mismo pobre loco, y así y así. por todas las veces que en las fauces de muchos he sucumbido, por todas las veces que me han traído comiendo de la mano, y también por esta vez. la casa está teñida de ira, la lavaré. también haré cosas por las cartas que me han devuelto, como por ejemplo traspasarlas y hacer de ellas pura literatura, después de todo no fueron más que eso. y las pocas lágrimas de cocodrilo ya se esfumaron, ya no están, así es, los años pasan, la gente no cambia; yo menos que nadie.
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5 comentarios:
démonos de topes contra el mismo muro. tal vez éste se quiebre antes de que nuestra vida se rompa.
Hay veces en que, efectivamente, la rueda de la fortuna se estanca y el Loco arcano continúa, inexorablemente, de pie al borde del abismo, incapaz de ver un horizonte más lejano que el que dicta su propia locura. Sin embargo, en muchas otras ocasiones la rueda no detiene su girar. Y los afortunados que pueden vivir el proceso rompen en mil pedazos el caparazón de Loco y terminan sentados en pedestales de oro convertidos en majestuosos emperadores, emperatrices, sacerdotisas, lunas o soles. La vida está llena de ciclos, querida mía... y si las lágrimas que derramaste en algún ciclo pasado fueron capaces de lavar la culpa y la tristeza de tus ojos, no puedes denominarlas lágrimas de cocodrilo; las lágrimas no son siempre las mismas. De hecho, la diferencia entre tus llantos del ayer y los de hoy radica en una verdad indiscutible: el Loco no supo darles el valor que les otorga hoy, distante y madura, la Emperatriz en la que te has convertido.
la gente cambia!
aunq claro, no siempre para mejor
jajaja
me mantendré al dia leyendo tu blog
;)
besos
adios!
Hoola, tanto tiempoo que no te ríes conmigo no?
Bueno, aún no conozco tu depa.
De vuelta al blog?
Besos!
La washiiiitaaaaaaaaaaaaaaa!!!!!!
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