y el joyero la miraba entre las luces que hacían hervir el torso, los costados, la miel que le corría por los muslos, el pecho, el cuello. nunca la vio más pulida. nunca pudo entender qué se traía entre esa redondez, entre esa manera en que lo miraba medio rendida, medio dispuesta a seguir, a seguir por él. y se entrelazaban en un reguero de saliva y ofrendas. y se decían de todo al oído entre actos. y ella le decía estoy a punto, a punto de irme, de irme por ti.
jueves, 20 de marzo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
o que hermoso este texto paula, sigue amiga mía. lo que escribes es bellisimo.
beso.
irme irme por el
por eeeeeeeeeeeeel!!!
jajajaja
q bakan la perla!!!
hey
listen!!!
why!!! (true blue) jajaajja
te quieroooooooooooooooooo
muchiiiiiiiiiiiiiiiiito
jona
quiero salmooooooooooooooooon!!!
Publicar un comentario