en el momento que nadie sabe, a la suelta le da por mirar por la ventana y piensa: qué ocurrirá con mi eunuco, en qué traslado de secreciones estará. sospechará de la tiña que me dejó en el vientre, masculla la suelta, con la garganta pelada de tanto decir, de tanto de decir en vano.
sábado, 23 de junio de 2007
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